domingo, 15 de mayo de 2011

La cacería encantada (cap 34)

Que creen la duquesa me regalo un vestido de monte verde muy fino. Obviamente me encanto pero tengo que venderlo. Se imaginan la buena comida que me puedo dar vendiendo esta belleza. Definitivamente en el proximo pueblo me despido de ella. Resulta que nos fuimos de caceria y yo para ponerme a la altura de ellos me puse el vestido. Me quisieron dar un caballo pero no como mi rucio no hay otro y que ni se les ocurra que lo voy a dejar solo despues de aquella experiencia con el ladron nunca mas. A penas llegamos al bosque nos encontramos con un buen jabali que se veia bien feroz. Mis nervios me dominaron y cuando me vi estaba intentando escalar un arbol y para que lo hice. Se rompio una rama y quede guindando. Me salvaron por mis gritos pero mi vestido tuvo su ultimo respiro. Estaba completamente arruinado. Adios a esas bellas comidas que me esperaban. Para disimular dije que los animales no se merecian eso pero una vez mas todos me contradijeron y dijeron que la caza era simbolo de poder para gobernadores y reyes. Mi amo fue el peor. Me rega;o todo solo porque dije mis refranes. Por dicha la duquesa lo cayo. En estas cosas se nos fue mucho tiempo y llego la noche. Ahi si yo ya no aguantaba el miedo. Pueden creer que llegue a estar en las faldas de la duquesa. Por dicha con el agua recobre mi compostura. La cosa se puso peor cuando aparecio un demonio buscando a un amo que aunque no parecia tan malo dijo que Montesinos traia a Dulcinea. Y la cosa se puso peor pasaron en carruajes un monton de encantadores. Se imaginan como estaba yo. No podia aguantar. Despues se oyo una musica bonita pero aqui ya no se puede confiar en nada...

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