

martes, 13 de abril de 2010
Capítulos 9 y 10
Por dicha me pude despertar después de esa golpiza de esos malditos mozos. Ojalá alguien les de su castigo. Bueno después vi que mi amo seguía peleando con el vizca. Primero el vizcaíno lo lastimo y le lastimo la oreja esto me puso de malas y me dio lastima el pero no le fui a ayudar porque me había dicho que nunca lo ayudara si peleaba con otro caballero, bueno salado el. Pero por dicha alguien ahí arriba me lo quiere bastante porque no se de donde saco fuerzas y empujo al vizcaíno y cuando lo vi fue en el suelo sangrando. Pensé que lo iba a matar así que le pedí a todos los santos que me había enseñando el cura que si moría que lo llevara al cielo. Creo que esto del caballero se le esta saliendo de las manos, definitivamente no es el mismo hidalgo que pasaba en su casa leyendo, ahora estos benditos libros se le subieron a la cabeza. Ven los beneficios de no saber leer y eso que mi esposa siempre se queja de que tengo que aprender y ya me tiene hasta la coronilla. Bueno ya siguiendo con la supuesta gran salvación de estas princesas don Quijote no mato al vizcaíno por que las doncellas le pidieron que no lo hiciera y el acepto pero diciendo que tenia que ir al Toboso a visitar a Dulcinea, y dale con esta mujer que seguro es mas fea que una cabra pero el la ve mas bella que el arco iris. Bueno después de todo esto ya entramos a un bosque y seguimos caminando y yo emocionado de que seguro ya me iban a dar la ínsula y este otro me dijo que no que esta no era batalla para ganar terrenos ni nada de eso, así que me puse triste. Pero diai hay que seguir verdad. Mientras caminábamos empece a pensar en lo que hizo mi amo y me dio miedo que nos atrapara la hermandad pero según el a ningún caballero le ha caído nunca la justicia y bla bla. Entones seguí medio tranquilo. Después me dijo que paráramos para comer y descansar, ademas de que la oreja le dolía mucho. Antes de comer saque un poco de ungüento para ayudarle a cocerle la
oreja y me hablo de un bálsamo que todo lo curaba y que el se lo sabia de memoria, resulta que ahora también era doctor. Me dijo que todo lo curaba y cuando el estuviera desecho por batalla solo se lo daba y listo. A mi me dio tanto miedo de ver esta escena que casi renuncio a la ínsula pero me dijo que el bálsamo no costaba nada y que era fácil hacerlo. Entonces le dije que no había tiempo que perder que me lo enseñara, tal vez podía sacar algo bueno de esto ademas de la supuesta futura ínsula. Pero me dijo que debía tener paciencia que ya me lo enseñaría. Después de esto estaba diciendo que iba a vengarse del vizcaíno pero yo le dije que si iba al Toboso a visitar a "Dulcinea" no se tenia que vengar y hasta que al fin estaba de acuerdo con migo, yo creo que fue la primera vez, después de hablar nos pusimos a comer. No tenia mucho solo un pan, queso y una cebolla y le dije que esto no era una cena para un gran caballero para ser brocha un rato y se hecho otra gran hablada que mejor ni les cuento para no aburrirlos, al cabo que aveces ni le entendía porque hablaba como si fuera el poeta quien sabe que. El punto fue que los caballeros no comían por meses y que era algo honorable y que debía comer hierbas y frutas del campo y otro montón de cosas, pero yo para no parecer grosero siempre le contestaba de buena manera. Cuando terminamos de comer seguimos caminando a ver donde dormíamos y si lográbamos llegar al pueblo. No pudimos y entonces tuvimos que dormir a la par de unas chozas de unos cabreros. Don Quijote estaba feliz de dormir al aire libre porque así probaba mas su caballería o algo así. A mi me pareció bastante incomodo, pero diai tuve que. Esa noche pensé en dos cosas, la primera en Rocinante y que debe pensar el acerca de este hidalgo y después pensé en mi familia y como estarán luego caí dormido.

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